La rinitis alérgica estacional, normalmente llamada fiebre de heno, afecta a millones de personas en todo el mundo. Los síntomas incluyen estornudos, congestión, secreciones nasales y picazón en la nariz, paladar, garganta, ojos u oídos. Lo más común es que estas reacciones alérgicas sean causadas por el polen y las esporas de moho que hay en el aire, lo que hace que comience una reacción en cadena en su sistema inmunológico.
Su sistema inmunológico controla el modo en que el cuerpo se defiende. Por ejemplo, si usted tiene alergia al polen, su sistema inmunológico identifica al polen como invasor o alérgeno. Su sistema inmunológico sobrerreacciona produciendo anticuerpos llamados Immunoglobulina E (IgE). Estos anticuerpos viajan a las células que liberan químicos, y causan una reacción alérgica.
Polen
El polen se compone de pequeños granos necesarios para fertilizar muchas clases de plantas. El polen de plantas con flores coloridas, como las rosas, generalmente no causa alergias. Estas plantas dependen de los insectos para que transporten el polen para la fertilización. Por otro lado, muchas plantas tienen flores que producen polen liviano y seco que es esparcido por el viento con facilidad. Son estos los que provocan los síntomas de alergia.
Cada planta tiene un período de polinización que no varía mucho de año a año. Sin embargo, el clima puede afectar los niveles de polen que hay en el aire en todo momento. La rinitis alérgica estacional es a menudo provocada por el polen de árbol a comienzos de primavera. A fines de primavera y comienzos de verano, el polen del pasto suele provocar síntomas. A fines del verano y del otoño, la fiebre de heno es provocada por el polvo de las hierbas. En los lugares más cálidos, la polinización puede durar todo el año.
Mohos
Los mohos son pequeños hongos relacionados con los hongos, pero sin tallo, raíces u hojas. El moho se puede desarrollar casi en cualquier lugar, incluso en la tierra, plantas y madera podrida. Sus esporas flotan en el aire de manera muy similar al polen. Las esporas de moho de exterior comienzan a aumentar cuando las temperaturas aumentan en primavera. En Estados Unidos, las esporas de moho llegan a su pico en julio en estados más cálidos y octubre en los estados más fríos. Se pueden encontrar a lo largo de todo el año en el sur y en la costa oeste.
Niveles de polen y moho
Los niveles de polen y moho miden la cantidad de alérgenos presentes en el aire. Existe una diferencia entre la cuenta de polen y el pronóstico de polen. Las cuentas de polen reflejan las condiciones en tiempo real. Los pronósticos de polen y moho a menudo se basan en información previa sobre polen y los pronósticos generales del tiempo.
La relación entre los niveles de polen y de moho y sus síntomas de rinitis alérgica puede ser compleja. Sus síntomas pueden verse afectados por el contacto reciente con otros alérgenos, la cantidad de exposición al polen, y la sensibilidad al polen y al moho.
Efectos del clima y la ubicación
Los síntomas de la fiebre de heno son a menudo menos marcados en días lluviosos, nublados o sin viento porque el polen no circula bajo esas condiciones. El polen tiende a viajar más en climas calientes, secos y ventosos, lo que puede aumentar sus síntomas de alergia.
Algunas personas creen que mudarse a otra zona del país podrá ayudarlas a reducir los síntomas. Sin embargo, muchos tipos de polen (en especial, los pastos) y mohos son comunes a la mayoría de las zonas botánicas, por lo que no se recomienda mudarse para escapar de sus alergias. Además, es probable que encuentre nuevos alérgenos a los que reaccionar en los nuevos ambientes.
Tratamiento
Si los síntomas estacionales lo hacen sentirse mal, un alergista / inmunólogo, al que a menudo se llama alergista, podrá ayudar.
Su alergista tiene la capacitación y experiencia para determinar qué alérgenos, si los hubiere, están causando los síntomas. Esta información formará la base del plan de tratamiento para ayudarlo a sentirse mejor. Su plan personalizado incluirá pasos para evitar el contacto con alérgenos. Su médico también hablará con usted sobre los medicamentos para un alivio temporario.
Si sus síntomas continúan o si se extienden durante varios meses del año, su alergista podrá recomendar un tratamiento de inmunoterapia contra la alergia (vacunas contra la alergia). Este tratamiento implica recibir inyecciones regulares aplicadas en dosis gradualmente crecientes. Esto ayuda a su sistema inmunológico a ser más resistente al alérgeno específico y alivia sus síntomas así como la necesidad de medicamentos.
También puede realizar algunos ajustes simples para limitar la exposición al polen o moho que causan sus síntomas:
• Mantenga sus ventanas cerradas de noche y, de ser posible, use acondicionador de aire, que limpia, enfría y seca el aire.
• Trate de estar adentro cuando las cuentas de polen y moho sean elevadas. Si sus síntomas son graves, use una máscara para el polen si no es posible evitar largos períodos de exposición. Cuanto regrese al interior, dese una ducha, lávese el pelo y cámbiese la ropa.
• Evite tener a su cargo la tarea de cortar el césped o rastrillar las hojas. Esto sacude el polen y el moho. También evite colgar camisas o ropa afuera para que se sequen.
• Cuando viaje en auto, mantenga las ventanillas cerradas.
• Tome los medicamentos tal como se prescriban.
Consejos para la salud
• La rinitis alérgica estacional es un término médico para la afección a la que a menudo se llama fiebre de heno.
• La rinitis alérgica estacional provoca estornudos, congestión, secreciones nasales y picazón en la nariz, paladar, garganta, ojos y oídos.
• Evitar la exposición cuando los niveles de polen y moho son elevados ayudará a reducir los síntomas.
• La mayoría de los medicamentos para la fiebre de heno trabajan mejor si se comienzan antes de que empiece la temporada de polen.
• Las vacunas contra la alergia a menudo brindan un alivio a largo plazo para los síntomas de fiebre de heno.
Sentirse mejor. Vivir mejor.
El alergista/inmunólogo, a menudo llamado alergista, es un pediatra o internista que tiene, como mínimo, dos años adicionales de capacitación especializada en el diagnóstico y tratamiento de problemas como alergias, asma, enfermedades del sistema inmunológico, y la evaluación y tratamiento de pacientes con infecciones recurrentes, como las enfermedades del sistema inmunológico.
Una atención adecuada puede marcar la diferencia entre sufrir con una enfermedad alérgica y sentirse mejor. Consultando a un alergista, se puede tener un diagnóstico exacto, un plan de tratamiento apropiado e información que lo ayudará a controlar su enfermedad.
Fuente: www.aaaai.org
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